Hay diferentes tipos de insomnio. Afortunadamente, siguiendo algunos consejos y remedios, puedes combatirlo.

El sueño no es sólo el estado de reposo que contrasta con el estado de vigilia, sino que es una condición fisiológica esencial del organismo humano para que su equilibrio psicofísico y sus funciones vitales se mantengan, se restauren y se reorganicen. En particular, un buen sueño nocturno es esencial para mejorar el rendimiento cerebral, mnemotécnico y físico, optimizar la liberación de hormonas, reducir los niveles de estrés y promover el descanso y la recuperación del aparato locomotor, la regeneración y el adelgazamiento del cuerpo y la prevención de las enfermedades cardiovasculares.

Dicho esto, no es difícil comprender qué problemas pueden derivarse de los trastornos del sueño y en qué medida son negativos para el bienestar psicofísico de una persona. A este respecto, ¿cuáles son los trastornos del sueño más comunes y cómo se contrarrestan? Para responder a estas preguntas, es útil leer los siguientes párrafos sobre los trastornos del sueño: tipos de insomnio y cómo combatirlos.

Trastornos del sueño: causas y tipos de insomnio

Un trastorno muy común del sueño es ciertamente el insomnio, que se caracteriza por la reducción de la duración y la calidad del sueño, la dificultad para conciliar el sueño, el sueño perturbado por los constantes despertares y el despertarse demasiado temprano por la mañana. Además, el insomnio provoca desconcentración, somnolencia, irritabilidad y fatiga, es decir, problemas que llevan a cometer más errores durante las actividades diarias, y también debilita el sistema inmunológico con tendencia a enfermar más fácilmente.

Obviamente, dependiendo del tipo, la causa y la gravedad del insomnio, hay diferencias en la frecuencia, la duración y la intensidad de estos problemas. A este respecto, las formas más típicas de insomnio son las siguientes:

  • Insomnio inicial, caracterizado por una cierta dificultad para dormir;
  • Insomnio central, caracterizado por continuos despertares durante el sueño;
  • Insomnio terminal, caracterizado por despertarse a una hora de la mañana más temprano que de costumbre, es decir, demasiado temprano;
  • Insomnio ocasional, es decir, de corta duración, debido a factores temporales como el ruido del trabajo, el cambio de zona horaria, preocupaciones circunstanciales, etc;
  • Insomnio transitorio, si el problema de sueño persiste hasta 3 semanas;
  • Insomnio crónico, cuando el trastorno del sueño ha persistido durante mucho tiempo.

En particular, el insomnio puede ser causado por problemas descuidados, como el estrés, la ansiedad, la depresión o la angustia. O puede tratarse de preocupaciones personales, familiares o laborales difíciles de resolver a corto plazo y que impiden la relajación necesaria para conciliar el sueño y mantenerla durante el tiempo adecuado para descansar y recargar las pilas.

Remedios naturales contra el insomnio

Aprender a relajarse para contrarrestar el estrés negativo típico de la sociedad contemporánea es de gran ayuda para resolver o disminuir los trastornos del sueño, como el insomnio, de hecho, el estrés y los trastornos del sueño son interdependientes.

De hecho, el estrés y los trastornos del sueño son interdependientes. Para resolver las principales formas de insomnio es importante seguir algunos trucos en su estilo de vida, por ejemplo:

  • Tratar de levantarse temprano por la mañana para permitir que el cerebro produzca la cantidad óptima de melatonina, la hormona esencial para regular el ciclo de sueño-vigilia;
  • Siempre acostarse y levantarse a la misma hora;
  • Evitar quedarse en la cama si no puede dormir;
  • Desactivar los aparatos, como la televisión, el teléfono móvil, la radio y el PC, antes de irse a dormir;
  • Evitar las bebidas con cafeína por la tarde y por la noche, ya que la cafeína es una sustancia excitante que hace que el sueño se vea perturbado por los constantes despertares;
  • Evitar el alcohol, porque el alcohol interfiere con la producción natural de melatonina, también hace que el sueño sea perturbado;
  • Evitar cualquier actividad física o intelectual exigente antes de acostarse;
  • Beber té de hierbas calmantes o leche caliente y consumir melatonina antes de acostarse porque ayudan a relajarse y, por lo tanto, a dormirse temprano;
  • Comer ligeramente para no complicar la digestión por la noche;
  • Realizar algún movimiento físico apropiado durante el día y evitar el sedentarismo;
  • Tratar los problemas respiratorios para dormir mejor;
  • Elegir un sistema de cama personalizado y de calidad, compuesto por una almohada, un colchón y unas lamas que satisfagan sus necesidades de comodidad, salud, flexibilidad, alergias, etc;
  • Eliminar todo ruido molesto, mal olor, humedad excesiva, temperatura inapropiada para la noche y cualquier otra perturbación del dormitorio;
  • Evitar la luz azul porque engaña al cerebro de que todavía es de día;
  • Empaparse en agua tibia y perfumada para relajarse al menos 2 horas antes de acostarse;
  • Aprender algunas técnicas de relajación y métodos de medicina alternativa, por ejemplo, Yoga, meditación, entrenamiento autógeno, respiración controlada, medicina herbal, aromaterapia, etc.