
El insomnio puede tener muchas causas. Identificarlos es el primer paso para volver a dormir bien.
El insomnio es un trastorno del sueño caracterizado por la dificultad repetida en el inicio, la duración, el mantenimiento o la calidad del sueño. Aproximadamente el 30% de la población mundial la padece, y afecta principalmente a las mujeres y a los ancianos.
Características del insomnio
Causas
El insomnio se produce a pesar de la oportunidad de obtener condiciones y cantidades adecuadas de sueño y conlleva una serie de consecuencias negativas durante el día.
El trastorno puede manifestarse como dificultad para dormir, despertares frecuentes durante la noche, dificultad para volver a dormirse después de despertarse por la mañana temprano y dificultad para dormir continuamente.
Las principales causas de insomnio son el estrés, la ansiedad o los traumas, el duelo o los problemas de salud. Esto a menudo lleva al sujeto a la melancolía, creando pensamientos intrusivos y esforzándose por dormir, lo que resulta en otra noche de insomnio o casi.
Sin embargo, que una persona pase o no una noche en vela depende no tanto de los acontecimientos estresantes que le suceden, sino de su respuesta a esos acontecimientos.
Otra causa a menudo subestimada de insomnio es el uso de teléfonos inteligentes o tabletas antes de ir a la cama. Las pantallas de estos dispositivos producen la llamada luz azul, que es una luz de longitud de onda corta que retrasa la liberación de la melatonina, haciendo más difícil conciliar el sueño por la noche.
Las pantallas brillantes de esta manera dañan nuestros ritmos circadianos, afectando a la subsiguiente fase REM, la fase de sueño que es crucial para el aprendizaje y la memoria.
Consecuencias
El insomnio es malo para la salud y tiene consecuencias negativas en la calidad de vida. Las personas que duermen menos de siete horas tienen más probabilidades de tener valores de presión arterial más altos de lo normal. La falta de sueño afecta a la capacidad del cuerpo para responder a las hormonas del estrés durante el día, lo que tiene un efecto importante en la regulación de la presión arterial.
Otra consecuencia del insomnio es la somnolencia diurna excesiva, así como un déficit de atención, concentración y memoria que afecta negativamente a la actividad laboral. Esto se debe a la menor duración de la fase REM durante la noche, que es esencial para el aprendizaje y la memoria.
Con el insomnio, las emociones tampoco están bien reguladas, y nos volvemos intratables o demasiado emocionales debido a la lucha por permanecer despiertos. Sin sueño de calidad, el simple reconocimiento de lo que es un evento emocional y lo que es un evento neutral se ve interrumpido.
Entonces perdemos nuestra capacidad de distinguir entre la información más y menos importante, y esto crea una distorsión de los procesos cognitivos y altera nuestro juicio y la respuesta de ansiedad.
Remedios
Para tratar el insomnio, inicialmente se pueden hacer algunas pequeñas intervenciones que son útiles para conciliar el sueño. Un dormitorio relajante y acogedor, los habituales rituales nocturnos que se preparan para el sueño pueden ser el primer paso. Es una buena idea apagar los teléfonos inteligentes y las tabletas al menos dos horas antes de ir a la cama. También es necesario acostumbrarse gradualmente a la oscuridad, que debe ser total en el dormitorio.
Si la situación es más grave y prolongada en el tiempo, la psicoterapia cognitivo-conductual es una ayuda valiosa para reestructurar los pensamientos disfuncionales relacionados con el sueño. Estudios recientes también han demostrado que la práctica de la atención plena, es decir, la meditación consciente, es capaz de prevenir y resolver los trastornos del sueño.